LA FRUTERÍA
Juegos de palabras con sabor a fruta
CUANDO LA VIDA TE DA LIMONES, HAZ LIMONADA…
Hay un dicho que dice:
Cuando la vida te da limones, haz limonada…
Y como a mí me encanta la limonada decidí hacer una. Aunque no sé si la vida me dio limones o los limones me dan la vida. Total, siempre viene bien una tonalidad algo acidilla en la vida. Da igual si es una fruta que no haya madurado o el limón que, aunque madure conserva su sabor peculiar. ¿O tú le echarías azúcar? Yo quiero probar su sabor natural. El sabor ácido que arruga tu nariz. Y pones esa cara divertida, ¿O es el reflejo de la mía? Puede que sea lo segundo. Pero me hace ver de otra manera tu rostro, que por muy ácida que sea me endulza la vida.
ORO PARECE, PLATA NO ES...
Estaban Plátano A y Plátano B tumbados cada uno en un lado. Se les escuchaba hablar desde la distancia.
- Oro parece, plata no es, ¿qué es? - dijo Plátano A.
- ¿No será tu sonrisa? - contestó Plátano B.
- ¿Dirás la tuya, cuando me miras, Plátano B?
- Sí, junto a la tuya, que tiene el mismo color. - le sonrió Plátano B.
No se pierda nada.
¿DE QUÉ SE RÍE LA SANDÍA MIENTRAS LA CORTAS?
Ella es tan dulce... Está tan rica... La vas cortando, ella parece que sonríe. A lo mejor es verla sonrojada, lo que hace que me líe. A veces pienso que se ríe. No tiene pinta de que la duela. Diría que su mirada vuela. Sus pepitas forman la sonrisa, que el corte de tu cuchillo va trazando. Y la corteza verde marca la coyuntura, protegiendo a la dulzura. El primer cacho me dibuja una sonrisa. Y colorea en mi mente de prisa. ¿Y el último cachito, qué me provocaría?
CORAZÓN
El alma está en su casa: el corazón. El hogar de todo. Aquí se cruzan tus pensamientos y bailan. Algunos se van y los verdaderos se quedan. Parece una fiesta, pero es difícil llegar allí. Está en lo más profundo que hay en ti. El camino es largo, pero a mí no me importa andar. No me pierdo sin mapa, solo hay que mirar, hacia donde buscas cuando no encuentras... Miras para dentro y lo ves todo con claridad. Aquí se encuentran todas tus respuestas. Aquí no te vas a equivocar, porque aquí es donde encuentras la paz. Es tu sitio sagrado para rezar y perdonar. Es la ausencia de ruido. Es el color blanco. Es luz... Eres tú...
El corazón es el que discute con la razón. Es el que te debería guiar para llegar, ¿le escuchas? Es verdad que a veces provoca tormentas, pero qué sería la tempestad sin su precedente... Por eso siempre le vuelves a elegir y cuando menos te esperas te deja sin aliento. Te da un brinco. Y emana la felicidad... Es la fuente de todos tus deseos. Lo que deseas de verdad. Lo que a veces nadie imagina. Allí está. Escondido en tu corazón... Es tu tesoro. Por eso si alguien te regala el suyo, cuidalo como si fuera el tuyo... Te ha regalado lo más valioso que tiene.
No se pierda nada.